viernes, noviembre 24, 2006

No es mas que un hasta Nunca.

Saetas danzantes en la Niebla gris de la mañana
Traspasan la barrera invisible de la suciedad
mesclada con el tibio sudor del matiné,
pero se pierde en el sueño gobernante
de los torpes movimientos
con que se actua a estas horas.
Despertar y romper la ilusión nocturna,
quebrantar el propio yo:
el Yo mas puro y mas limpio,
mas humano.
Ficción.
Tus pensamientos en libertad
no dejan de ser eso: Ficción.
Ojalá y al enfriar tus dedos
en el blanco espacio
sigas embriagado de ti mismo.
Si.
Llamo al egoismo,
al dormir eternamente
y tener que saltarse la tediosa etapa
de temprano en la mañana
cuando a veces el sol aun se esconde.
Abrir las cortinas y observar por entre el arbol improvisado.
Pareciese ser cada vez menos real.
Ojalá y con el corazón en la cabeza
y la mente en su lugar
pudiésemos observar esta imagen.
Respirar Hondo, Profundo,
Desgarrar tu pecho con el aire agitado,
cortar tu garganta con la fuerza
de diez mil relojes diciendote al unísono:
Despierta. Tus 12 años ya acabaron.



"No es mas que un hasta nunca.. no es mas que simple ADIOS"

jueves, noviembre 23, 2006

Hay una parte de mi cuerpo. No es el bíceps, no es el estómago, no es la columna, no es un pie, no es el plexo, no es ni siquiera el corazón. Es otra, más pequeña, pero no menos importante. Aún no le pongo nombre, pero sé más o menos para qué sirve: es la parte del cuerpo que capta el tiempo, el que pasa, así como cuando la nariz crece de por vida, pero a través de este ínfimo músculo pasa todo lo que va ocurriendo. Siento cada segundo pasar por ahí, a veces suavemente, en silencio, sin alboroto, incluso con dulzura, con amor, como un momento agradable: una sonrisa en una tarde de verano agobiante, o como un beso en pleno invierno, o una risa cómplice entre amigos; en fin, casi como un pequeño orgasmo, así bien pequeñito. Se siente como una caricia en un lugar oculto de tu interior, una breve vibración en aquel lugar oculto de tu cuerpo. Son, como digo, los buenos tiempos. Otras veces, claro está, el tiempo puede doler, y mucho. Los ahoras no siempre son tan agradables. El reloj puede hacerlo a uno soltar lágrimas; puedes incluso, si te concentras en esa infame crudeza, sentir cómo este diminuto órgano llega a sangrar, un lamento dentro tuyo que te hace lamentar a tí también. Sangra, bien digo, aunque esa pérdida de sangre no sea crucial para la existencia (al menos a mí no me ha pasado), pero sientes cómo ese instante de vida se va lentamente, llevandose consigo buena parte de tí. Y duele, repito, duele bastante.
Quizás por eso a veces uno dice sentirse viejo, es este músculo que así de golpe te lo recuerda. Como el alquitrán que se acumula en todas las células del pulmón cuando fumas, en cierto punto el órgano del que les hablo colapsa, se hastía de momentos y necesita descargarse, echándote toda la vida en la cara, y tan fuerte puede ser esto que hace que te detengas, tomes asiento, y te pongas a pensar: qué he hecho bien, qué he hecho mal, cuánto tiempo ha pasado y no he aprovechado. Si alguna vez llego a suicidarme, creo que será por culpa de este musculillo, pues me hará tomar conciencia de todo el tiempo que por culpa de las exigencias cotidianas uno va perdiendo, ocupándose de boludeces como la comodidad material o los estándares de "buen vivir". Creo que esto sería gatillante al momento de quitarse uno la vida, si es que se le puede llamar así a esto que tenemos enfrente, esto mismo que se debe estar acumulando de a poco en cierta parte de tu joven cuerpo. Sería gatillante, digo, porque te das cuenta que volver atrás va a ser imposible, aunque en un arranque de desesperación te extirpes el 50% + 1 del músculo aquel. Y te volverías loco, o te empezarías a pudrir, a morir por dentro, partiendo por el órgano del tiempo, para terminar en un par de años más postrado en cama y con las manos totalmente vacías.
Hay quien dice que de no ser por este apéndice del sistema biológico los hombres (y las mujeres por cierto) serían inmortales... ya sé que suena alocado, pero hay teorías que tratan de probar científicamente que al no acumular cada segundo en esta pequeña bolsa de instantes, el cuerpo se mantendría joven y sano de por vida. Personalmente creo que es más fácil: se trata de ahorrarle trabajo al organelo y no hacero colapsar tan rápido. Tratar de vivir, aunque cueste demasiado, y aprovechar el ahora, sea bueno, sea malo, duela o no duela, da lo mismo, ya que "lo que no te mata te hace más fuerte". Traten, por ejemplo, de tomar un par de pesas y hacer ejercicio todos los días; es lo mismo, las heridas que te puedas provocar en aquel punto de tu organismo siempre van a cicatrizar. Es como caerse en bicicleta: al final nunca se te olvida cómo andar. Inevitablemente, la muerte llegará, no tengan duda de aquello, pero tendremos el argumento suficiente para no pedir clemencia a última hora, y partir tranquilo, saludable, casi feliz.

jueves, noviembre 09, 2006

2x1

AMBOS


Mira como abro sin llave
la piel impune de mi zurda hipertensa,
el vientre tuyo sonriente y la luz de sol diluída.
Porque avanzo dormido, vidrioso, en ocho y diez,
me declaro inocente del humo perdido
y te invito a sufrir obeliscos,
a la vena las piedras nosiempres,
en el mareo los labios.
La sangre corre sola en tu nombre, caída,
o se amarra los dedos a la cara
pateando su espalda con mi culpa impresa en el ojo,
junto a tu todo vigente
en la lágrima mía
en la risa mía
en la lengua mía, tuya, nuestra.

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(Sin título)


Al aire libre veo una nube y le hablo en semifusas.
Sudo en más de una oportunidad, escaso de ruedas y bastones.
Mi nariz
se desangra
en desamparos sin comillas,
yo, la dejo perderse
la olfativa
la más grande.
Un dedo mío la sigue y la encuentra enrrojecida,
anémica, la toca no sin pena.
Duermo y despierto y distraigo y disparo.
Dis y des y de, en pautas cuatrocuartas.
El cielo agripado, vomita o tiene miedo,
otoñece o invernea
al verme en pie, ojiabierto, caminante, y sin nubes.


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Difúndase, publíquese, comuníquese, o púdrase