jueves, noviembre 23, 2006

Hay una parte de mi cuerpo. No es el bíceps, no es el estómago, no es la columna, no es un pie, no es el plexo, no es ni siquiera el corazón. Es otra, más pequeña, pero no menos importante. Aún no le pongo nombre, pero sé más o menos para qué sirve: es la parte del cuerpo que capta el tiempo, el que pasa, así como cuando la nariz crece de por vida, pero a través de este ínfimo músculo pasa todo lo que va ocurriendo. Siento cada segundo pasar por ahí, a veces suavemente, en silencio, sin alboroto, incluso con dulzura, con amor, como un momento agradable: una sonrisa en una tarde de verano agobiante, o como un beso en pleno invierno, o una risa cómplice entre amigos; en fin, casi como un pequeño orgasmo, así bien pequeñito. Se siente como una caricia en un lugar oculto de tu interior, una breve vibración en aquel lugar oculto de tu cuerpo. Son, como digo, los buenos tiempos. Otras veces, claro está, el tiempo puede doler, y mucho. Los ahoras no siempre son tan agradables. El reloj puede hacerlo a uno soltar lágrimas; puedes incluso, si te concentras en esa infame crudeza, sentir cómo este diminuto órgano llega a sangrar, un lamento dentro tuyo que te hace lamentar a tí también. Sangra, bien digo, aunque esa pérdida de sangre no sea crucial para la existencia (al menos a mí no me ha pasado), pero sientes cómo ese instante de vida se va lentamente, llevandose consigo buena parte de tí. Y duele, repito, duele bastante.
Quizás por eso a veces uno dice sentirse viejo, es este músculo que así de golpe te lo recuerda. Como el alquitrán que se acumula en todas las células del pulmón cuando fumas, en cierto punto el órgano del que les hablo colapsa, se hastía de momentos y necesita descargarse, echándote toda la vida en la cara, y tan fuerte puede ser esto que hace que te detengas, tomes asiento, y te pongas a pensar: qué he hecho bien, qué he hecho mal, cuánto tiempo ha pasado y no he aprovechado. Si alguna vez llego a suicidarme, creo que será por culpa de este musculillo, pues me hará tomar conciencia de todo el tiempo que por culpa de las exigencias cotidianas uno va perdiendo, ocupándose de boludeces como la comodidad material o los estándares de "buen vivir". Creo que esto sería gatillante al momento de quitarse uno la vida, si es que se le puede llamar así a esto que tenemos enfrente, esto mismo que se debe estar acumulando de a poco en cierta parte de tu joven cuerpo. Sería gatillante, digo, porque te das cuenta que volver atrás va a ser imposible, aunque en un arranque de desesperación te extirpes el 50% + 1 del músculo aquel. Y te volverías loco, o te empezarías a pudrir, a morir por dentro, partiendo por el órgano del tiempo, para terminar en un par de años más postrado en cama y con las manos totalmente vacías.
Hay quien dice que de no ser por este apéndice del sistema biológico los hombres (y las mujeres por cierto) serían inmortales... ya sé que suena alocado, pero hay teorías que tratan de probar científicamente que al no acumular cada segundo en esta pequeña bolsa de instantes, el cuerpo se mantendría joven y sano de por vida. Personalmente creo que es más fácil: se trata de ahorrarle trabajo al organelo y no hacero colapsar tan rápido. Tratar de vivir, aunque cueste demasiado, y aprovechar el ahora, sea bueno, sea malo, duela o no duela, da lo mismo, ya que "lo que no te mata te hace más fuerte". Traten, por ejemplo, de tomar un par de pesas y hacer ejercicio todos los días; es lo mismo, las heridas que te puedas provocar en aquel punto de tu organismo siempre van a cicatrizar. Es como caerse en bicicleta: al final nunca se te olvida cómo andar. Inevitablemente, la muerte llegará, no tengan duda de aquello, pero tendremos el argumento suficiente para no pedir clemencia a última hora, y partir tranquilo, saludable, casi feliz.

2 Comments:

Blogger NowhereRocío said...

waaaaaaaaaaaaaaaaw. q texto.! q buen texto. woo ultra genial!... me gusto =) salutes!

jueves, abril 05, 2007 11:16:00 p. m.  
Blogger PL said...

Ese órgano es la telomerasa poh perro.

martes, octubre 30, 2007 2:58:00 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home